viernes, 24 de octubre de 2014

Platón


Platón, tras conocer a Sócrates decidió dedicarse a la filosofía. Sus obras tienen forma de diálogos. Estos diálogos se suelen dividir en grupos atendiendo al momento en que fueron escritos:

·         diálogos de juventud (diálogos socráticos): presentan las ideas de Sócrates y una reivindicación de su figura; destacan "Apología de Sócrates" y "Protágoras";

·         diálogos de transición: primeros esbozos de la Teoría de las Ideas y de la inmortalidad del alma; destacan "Menón" y "Crátilo";

·         diálogos de madurez: en ellos presenta la Teoría de las Ideas ya desarrollada, sus implicaciones en antropología, ética y política, y los mitos más importantes; destacan "Banquete", "Fedón", "República", "Fedro";

·         diálogos de vejez: son los últimos escritos de Platón; aparecen algunas críticas a su propia teoría, preocupaciones por cuestiones lógicas y cosmológicas y en el campo de la filosofía política un mayor interés por la historia y las condiciones reales de la vida política; destacan "Teeteto","Parménides", "Sofista", "Político", "Timeo" y "Leyes".




CARMIDES O DE LA SABIDURIA

El argumento del dialogo se centra, como otros de esta época, en una discusión en torno a una palabra –sophorosyne- y a su significado, sensatez, mesura, etc., aunque en realidad lo que intenta demostrar es que nadie es tan instruido como cree serlo, para así inculcar el deseo de indagar y buscar la verdad. La búsqueda de que es la sensatez acaba cayendo en un análisis de que es el saber.

Se trata de una obra típica de la primera época, en la que podemos ver el abuso del doble sentido de las palabras, el arte de refutar por refutar, superficialmente y en apariencia, incluso nociones que no merecen serlo.

En este dialogo ocurre lo siguiente:

Sócrates, que es quien nos narra el suceso, nos dice que llega de la batalla de Potidea (432 aC), lo que nos da la fecha de este ficticio diálogo. En la palestra de Táureas encuentra a Critias y a otros amigos. Se presenta Cármides, un joven de gran belleza y supuestamente sabio. Sócrates le pregunta qué es la sabiduría (pues si es sabio, debería saberlo), y a las respuestas del muchacho va anteponiendo, como es habitual, las contradicciones: no es la tranquilidad en el actuar (pues muchas acciones, como escribir, luchar o aprender, es mejor hacerlas con rapidez), no es el pudor (que a veces puede no ser bueno, y la sabiduría siempre lo es), no es hacer lo que a cada uno le es propio (pues no es lógico no hacer nada por nadie, ni recibir nada de nadie).

Entonces interviene Critias, pues la tercera definición intentada por Cármides la había escuchado de él. Trata de realizar una distinción entre hacer una cosa y trabajar en una cosa, pero Sócrates le llama a la univocidad: no importa cómo lo llames, mientras expliques su uso. Critias decide entonces definir la sabiduría como la ciencia de uno mismo (comparándolo con la famosa inscripción del templo de Delfos), y Sócrates se dedica a demostrar la imposibilidad de tal ciencia, y su inutilidad, puesto que el sujeto (quien sabe) se confunde con el objeto (lo sabido), convirtiéndose en una ciencia de la ciencia y la ignorancia.


Este dialogo no es más que una muestra de cómo Sócrates trato a lo largo de su vida de convencer a los jóvenes en general, con el objetivo de hacerles ver que uno mismo no es tan instruido como cree serlo. Sócrates solo pretendía que naciera en nosotros un alma saludable con deseo de indagar y buscar la verdad, al contrario de los sofistas que cobraban dinero a cambio del saber que ofrecían, promulgando unos valores que para Sócrates y su discípulo Platón no enseñaban a alcanzar la felicidad ni a convertirnos por lo tanto en hombres virtuosos.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Mito de la caverna

Podemos aludir a los mitos como relatos fantásticos, donde en la mayor parte de las ocasiones intervienen personajes sobrenaturales. Lo que se busca principalmente es buscar causa a los fenómenos y a todas aquellas preguntas que surgían en siglos pasados y respuesta a preguntas de carácter filosófico. Mezclan la ficción, pues existen situaciones contadas en los mitos que resultan difíciles a la hora de buscarles una explicación a través de la razón, y la realidad que ellos mismos tratan de comprender y/o explicar. Cabe destacar los mitos griegos, pues destacan por ir difundiéndose de generación en generación, pero tras el surgimiento del pensamiento racional y en consecuencia la filosofía, muchos de ellos fueron perdiendo su aspecto sagrado, cada uno adecuándolo a sus principios y cultura.

Puesto que Platón va a ser uno de los futuros filósofos que estudiare en este curso, he decidido comentar este mito, El Mito de la Caverna, pues es sin duda considerado el mito más importante y conocido de este importante filósofo.

En el interior de una caverna subterránea, se encuentran desde su nacimiento, unos prisioneros encadenados de cuello y piernas, que únicamente pueden mirar hacia el muro del fondo. Detrás de ellos hay una hoguera encendida y entre esta y ellos un camino escarpado a lo largo del cual hay un muro de cierta altura por donde pasan unos hombres con toda clase de objetos que asoman por encima de él. En el muro del fondo, el que los prisioneros ven, se proyectan los sombras de estos objetos y de aquellos que los portan. Es lo único que los prisioneros han visto a lo largo de su vida. Finalmente, uno de los prisioneros logra liberarse y sale de la caverna conociendo por primera vez el mundo exterior. Deslumbrado por la luz del sol no consigue distinguir entre lo verdadero y aquello que el creía verdadero. Mediante el razonamiento finalmente logra distinguir entre la idea que tenia de las cosas y lo que realmente son las cosas.


Con el mito de la Caverna Platón quiere hacernos distinguir entre el mundo de los sentidos y el mundo verdadero, el de la razón, el de las ideas. Los prisioneros que Platón comienza describiendo no son mas que seres humanos en estado de ignorancia y las sombras que ellos mismos veían apariencias que no nos hacen poseedores de un conocimiento pleno sino que únicamente describen el mundo que ofrece los sentidos, lo que podemos denominar como mundo sensible, un mundo irreal que nos conduce al error.
El exterior, es decir, lo que esta fuera de la caverna y el prisionero ve por primera vez como la luz del Sol, es la única realidad existente y posible. El prisionero liberado representa al filosofo, el sabio, el que deberá guiar a los hombres ignorantes hacia el conocimiento verdadero a través de la razón. En este mito lo que Platón realiza se denomina la ‘’mayéutica’’, consiste en un método socrático donde él mismo le hace preguntas al discípulo continuamente para que este vaya descubriendo el conocimiento latente en él, donde Platón no pretende mas que explicar la situación en la que se encuentra el hombre respecto al conocimiento significando su liberación, tanto la liberación del hombre como el descubrimiento del mundo verdadero, el mundo de las ideas.